Siete son las veces que me he divorciado.
Las siete veces de mi mujer actual.
Y siete las veces que me he vuelto a comprometer.
O algo así.
En realidad, no fueron solo siete. Fueron muchos más.
Cada vez que cambió y no lo vi.
Cada vez que no iba a cambiar y lo vi.
Ya ves, no va de ella,
Va de mí.