Elijo en qué cuesta morir, o mejor, con quien vivir
Una apuesta por la alegría, la coherencia y las personas que resuenan.
Aún no lo entiendo.
Tal vez nunca lo haga.
Y, aun así, mi cuerpo tiene suficientes evidencias como para apostar mi vida a ello
¡Pum!
Dicho está.
Apostar, confiar, tener fe… no sé la diferencia. En este punto, todo significa lo mismo.
Sólo sé en qué cuesta estoy dispuesto a morir (DEP, amigo mío).
Ni siquiera sé los riesgos que implica, ni los lugares a los que puede llevarme.
Poco importa.
Sé que habrá dolor y sufrimiento.
Y me parece bien.
Porque el dolor alineado me esculpe, pero no me desgasta.
Además… ¡sobre todo! la alegría que nace de este punto entre mi pecho y la tripa es independiente del dolor.
Hablo de este proyecto del que sois parte (GRACIAS).
O mejor dicho: de esta manera de caminar por la vida, que hoy se manifiesta como un post semanal en vuestro email.
Hablo de la profunda apetencia (lilura) que me ha guiado en el tiempo:
la que me empujó a dejar el trabajo de ingeniería para aunar mis conocimientos con una pasión,
la que me sedujo a dejar el mundo académico para construir un equipo de atletismo,
la que me arrancó de un proyecto donde había puesto el alma para embarcarme en aventuras que no me encajonasen.
Hablo de eso que siempre ha estado conmigo,
de eso que, decisión tras decisión,
con cada miedo saboreado, apego soltado, carencia amada,
se va acercando a la forma que le corresponde tener.
Así, hoy, este blog se ha convertido en una de las cosas que más alegría me genera en mi vida.
Y tengo ganas de que crezca.
Un poco por ambición, un poco por coherencia, otro poco de inevitabilidad.
Porque una vez vivido esto, siento el vacío del resto.
No seguir apostando por ello se siente como auto-traición.
Y hacerlo, como respirar.
Apuesto a que mi voz actúe como filtro e imán a la vez:
que repela a los que no resuenen y atraiga a las personas con las que disfruto vivir. Curiosas, diferentes, abiertas…
de esas con las que las conversaciones se convierten en viajes.
Porque, al final del día, ese es el lugar donde todo converge y cobra sentido: personas compartiendo vidas conectadas.
Y voy a usar las herramientas que necesite para facilitar que nos encontremos y hagamos de esos momentos el mayor de los tesoros.
Entre ellas está una que ofrece Substack y me ha parecido una excusa perfecta para crear algo que nos expanda a todos:
un juego que facilite crear un bucle virtuoso de apertura y abundancia,
una declaración de intenciones
y una manera de mostrar mi gratitud, inspirado por aquellos que ya llevan un tiempo compartiendo estos posts con generosidad.
A partir de hoy, podréis conseguir 3 diferentes Bellos Tesoros trayendo nuevos suscriptores con vuestro compartir:
Con 5 referidos → Os entregaré un PDF con una lista principios que uso en mi vida + 1 año de suscripción a posts de pago.
Con 20 referidos → Podremos tener una videollamada de 1 hora para hablar de cualquier cosa que te apetezca + una ilustración/diagrama hecho a mano con el concepto más valioso que haya surgido en esa conversación.
Con 50 referidos (mega-tesoro) → Os invito a un RETIRO IMPRESIONANTE.
Sí, habéis leído bien.
El premio gordo es brutal.
Se vienen unos retiros de varios días en lugares muy especiales:
naturaleza salvaje, alguna pequeña aventura, algo de actividad física, algo de meditación, buena comida, conversaciones interesantes y espacio para lo espontáneo son algunos de sus ingredientes.
Cuento con vosotros.
Gracias por ser parte.
Pura alegría.
Urtats
P.D: Cuando uses el enlace de recomendación de arriba —o el botón “Compartir” en cualquiera de los posts— recibirás crédito por cada nuevo suscriptor. Solo tienes que enviar el enlace por mensaje, correo electrónico o compartirlo en tus redes sociales con tus amigos.